El pasado martes 24 de
Junio, tuve la oportunidad de ver la película Peyote, una película que tenía pendiente verla, al no alcanzarla en
la Cineteca Alamed
a en San Luis Potosí.
Peyote, una película
Mexicana dirigida y editada por Omar Flores Sarabia, que también se encargó de
la fotografía y cuenta con la co-producción entre Flores Sarabia y Ulises
Castillo, por parte de Críos Producciones. El Diseño del set fue por parte de
Mariana Moreno, la música de José Antonio Parga y la ambientación de Juan
Manuel Ramírez.
La película es de temática
gay y nos sitúa en la ciudad de San Luis Potosí, en la cual vive Pablo (Joe
Diazzi) un tímido chico, que una tarde, conoce a Marco (Carlos Luque) un chavo extrovertido que solo vaga por las calles y con quién se lleva unos años de
diferencia. Juntos deciden ir a un viaje por carretera a Real de Catorce, en un
viaje en el cual con una cámara tendrán
la oportunidad de auto descubrirse.
Una película que gustó
bastante, al ser muy distinta a las que se tiene acostumbrado con las películas
de temática homosexual, con muchas escenas de sexo explícito que en realidad no
tienen ningún punto de origen ni razón de existencia, con una trama que pasa a
ser irrelevante. Pero, este film no es el caso, Peyote, no solo tiene un
mensaje muy profundo sino también llega a ser muy entretenida y cautivadora.
Primero que nada, nos
muestran a dos jóvenes con ideas y perspectivas muy distintas sobre la vida,
está Pablo el chico tímido, bien portado, con buenas calificaciones, que piensa
tener su futuro resuelto y claro, que toda esta idea parece errónea al momento
de conocer a Marco, el chico rebelde, relajado, sin preocupaciones en la vida,
que llega para deshacer por completo esa idea de futuro que él tenía. Aunque,
Pablo logra hacerle ver a Marco que él también debía comenzar a forjar su
destino y una nueva vida.
El Peyote como tal, es usado
como una metáfora, al ser usado como principal pretexto para que Pablo y Marco
viajaran, y Pablo pudiera conseguir y grabar momentos inolvidables, es solo un
pretexto, para que los dos, en su búsqueda por el peyote, pudieran encontrarse
a sí mismos, es por eso, que en el conflicto, vemos a los dos chicos tratando
de buscar el peyote y al no encontrarlo entran en un estado de duda en el cual
pasan a un trance revelador e inesperado, en el cual, Pablo deja de ser ese
chico tímido y conservador para convertirse en un chico aguerrido a sus
ideales, dispuesto a encontrar ese “Peyote” y al mismo tiempo a sí mismo. Por
otro lado Marco, gracias a la ayuda de Pablo, demuestra ser un chico vulnerable
y sensible, dejando atrás aquella personalidad que muestra al principio de
chico rudo y seguro. Ese trance revelador, culmina al momento en el que
regresan a la sociedad y en el que los dos comprenden que es lo que quieren
hacer con sus vidas; quedándose Marco en uno de los municipios que lo vio
crecer y por el cual guarda muchos sentimientos y Marco regresándose a la
ciudad determinado a seguir con su nueva vida y aceptándose como son.
Una película que recomiendo
bastante, por su trama, por el mensaje que quiere transmitir, y tal vez, se escandalizarán
por la idea de que es una película de temática gay, pero no es tanto a lo que
va enfocada la trama ni mucho menos a lo que apunta, así que si tienen la
oportunidad véanla y juzguen por ustedes mismos.
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