Título: Everything, Everything (Todo, Todo).
País: Estados Unidos.
Estreno: 19 de julio del 2017.
Productora: Metro-Goldwyn-Mayer.
Distribuidora: Warner Bros. Pictures.
Director: Stella Meghie.
Fotografía: Igor Jadue-Lillo.
Guion: J. Mills Goodloe.
Basada En: Everything, Everything, novela escrita por Nicola Yoon.
Género: Drama Juvenil, Romance.
Reparto: Amanda Stenberg, Nick Robinson, Anika Noni Rose, Ana de la Reguera, Taylor Hickson.
Las historias de amor imposible se remontan desde la literatura clásica con Romeo y Julieta, es obvio que muchos autores/escritores vanguardistas han retomado esta formula y la han hecho muy suya al momento de contar una historia, está película es una adaptación de una novela juvenil que trata más o menos de esto.
Everything, Everything es la historia de Maddy (Amanda Stenberg), una joven de 18 años que padece SCID, una enfermedad que no le permite salir de su hogar ni entrar en contacto con el exterior. Sin embargo en su vecindario, se muda un chico llamado Olly (Nick Robinson), mismo que le hará recapacitar sobre su enfermedad y sobre lo que de verdad importa.
Una historia que pensé por un momento que sería una más sútil forma de contar una tragedia como la de Bajo La Misma Estrella (2014), una de mis novelas juveniles favoritas. Pero en este sentido ha fallado rotundamente y me ha decepcionado, aunque no soy fiel fanático de su novela.
Si bien la historia es un drama juvenil sobre dos enamorados que no pueden concretar su amor por la imposibilidad de ella de salir al exterior y de él de poder entrar en su corazón de una forma más que virtual. Uno creería que se le daría más tiempo para desarrollar la historia de forma cibérnetica pero de unos minutos a otros de hacen de forma pragmática y los protagonistas se conocen en persona.
Hablando de ello esto nos predispone y hace casi imposible que generemos un cierto tipo de vínculo o empatía con la pareja, así que de repente se conozcan y comiencen a vivir un "romance", rompe ese equilibrio que se necesitaba para que el amor floreciera y es necesario decir que tampoco las escenas de amor duran mucho y pronto se terminan. Aunque debo de admitir que el plot twist que maneja me dejo boquiabierto.
La fotografía es muy hermosa, tiene colores muy tenues contrastados con lo brillante de los paisajes como Hawai que ha sido reflejado de manera espectacular. Los travellings constantes de los personajes le dan un sentido más vivo a lo que ellos realizan; sus acciones, emociones y su sentir. Las actuaciones no han sido tan malas pero tampoco lo demasiado buena como para destacar.
Everything, Everything o Todo, Todo, es una película de amor que es escasa en la forma de desarrollar ese romance y su imposibilidad para lograr que mueva nuestras emociones. Aunque la fotografía es hermosa, la historia no logra hacer click. Yo no se las recomiendo, pero "véanla y juzguen por ustedes mismos".
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