Título: Voraz (RAW).
País: Francia, Bélgica.
Estreno: 13 de abril
del 2017.
Productora: Petit Film, Rouge International, Frakas Productions.
Distribuidora:
Wild Bunch.
Director:
Julia Ducournau.
Fotografía:
Ruben Impens.
Guion:
Julia Ducournau.
Género:
Terror, Gore.
Reparto:
Garance Marillier, Ella Rumpf, Rabah Nait Oufella, Laurent Lucas, Joana Preiss.
El Festival Cannes siempre nos sorprende con propuestas de cine
muy distintas a las que estamos acostumbrados y en su edición pasada contamos
con títulos como el espectacular ELLE (2016)
y El Demonio Neon (2016), sin embargo,
esté año decidieron proyectar está fabulosa y sanguinaria película.
Voraz nos
cuenta la historia de Justine, una chica de 16 años que proviene de una familia
donde todos son veterinarios y vegetarianos. Ella es una estudiante brillante y
con un prometedor futuro, pero al ingresar a la facultad de veterinaria se da
cuenta de lo decadente, despiadado, cruel y peligroso que es ese mundo. Al pasar
por su primera semana de iniciación, come carne cruda por primera vez y las
consecuencias no tardarán en llegar y desvelar su verdadera naturaleza.
Por
donde empiezo sin perderme en tantas cosas que podría hablar de esta película
que a mi parecer ha sido de mis favoritas en cuanto al género de los últimos
tiempos, mucho sin ver una película de terror/gore que no perdiera su sentido o
divagará en un festín de sangre.
Empecemos
con la historia, lo que plantaba en el tráiler ya era más que lógico que
nuestra protagonista sufriría alguna clase de enfermedad “Caníbal”, pero cuando
nos damos cuenta que la realidad es otra y su hermana también tiene ese mismo
instinto animal desatado por el desarraigo de los valores familiares inculcados
desde casa, probar el primer bocadillo de carne las hizo transformarse en
animales sedientos de sangre, pero sin transformarse en un tipo de criatura
monstruosa.
Todo
esto la llevo al constante bullying por parte de los demás compañeros de la
escuela de veterinaria en Bélgica, quienes no se controlan y hacen pasar por
pruebas un poco extremas y llena de humillaciones a los novatos, tratándolos de
una forma un cuanto irónica a sus compañeros como animales. Lo que despierta a
nuestra protagonista un extraño goce canibalista, con reacciones alérgicas
grotescas en su cuerpo lleno de granos.
Cuando
nuestra protagonista acepta su nueva vida, comienza a olvidar todos los valores
aprendidos en casa, que la pone al borde de una reflexión de sus deseos
primarios de todo tipo; fetiches, fiestas, sexo, locura. Realizada de forma
brutal, rica en símbolos sobre la juventud y con un toque inquietante de
erotismo.
No
sólo la película logra atender una crítica hacia la crueldad que se puede vivir
en una escuela/universidad con jóvenes adictos a las fiestas, repletos de
excesos como el alcohol, las drogas, el cigarro y el sexo, también hacia los
animales retratadas en la escena del caballo atado corriendo en una caminadora.
Es
necesario hablar de los espectaculares que fueron los efectos especiales, la
caracterización de las heridas y partes del cuerpo mordisqueadas es simplemente
brillante y su esplendor queda en lo bien hechas que están. La sangre, las secuencias
de voraz apetito combinado con el sonido de los dientes masticando la carne
cruda. Las secuencias frenéticas de las fiestas junto con las escenas de sexo con
un ritmo acelerado, simplemente nos dejan perplejos en nuestros asientos.
Voraz o
RAW, es la opera prima de una
directora francesa que nos ha otorgado una propuesta perfecta sobre lo que el
cine de terror y gore debe ser, que va más allá de un coctel de viseras, sangre
y tortura, con una premisa bien lograda y actuaciones estelares por parte de la
protagonista Garance Marillier y su hermana dentro del film Ella Rumf, quiénes
perfilan la película a ser una maravilla. Muy recomendable, “véanla y juzguen
por ustedes mismos”.
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