Título: Los Juegos del Destino (Silver
Linings Playbook)
País: Estados Unidos.
Estreno: 2012
Productora: The
Weinstein Company
Distribuidora:
The Weinstein Company
Director:
David O. Russell.
Fotografía: Masanobu
Takayanagi.
Guion: David O.
Russell.
Género: Comedia
Romántica, Drama.
Reparto:
Jennifer Lawrence, Bradley Cooper, Robert De Niro, Jacki Weaver, Chris Tucker.
Siento
que a veces veo películas un poco “viejas” por así decirlo y apenas les hago
crítica, pero la razón es porque en su momento no las pude ver y las fui
dejando pasar, y me arrepiento tanto de no haber visto una película tan
increíble como esta.
Los Juegos del Destino, nos
presenta la historia de Pat (Brandley Cooper), que al haber pasado ocho meses
en una institución mental por agredir hasta casi al borde de la muerte al
amante de su ex esposa, vuelve a vivir con sus padres. El sale con una actitud
diferente y decide pensar positivo para recuperar a su esposa Nikki, sin
embargo, su mundo dará un giro de 360° al conocer a Tiffany (Jennifer Lawrence)
una chica con problemas psicológicos muy parecidos a los de él. Tiffany le
ofrece entregarle una carta a su ex esposa si decide ser su compañero en un
concurso de baile con ella. Aunque su desconfianza inicial se derrumbará pronto
al encontrar un vínculo especial y ver el lado bueno de las cosas.
Al
principio decía que me arrepentía de no haber visto antes está película porqué
ya ha entrado en mi catálogo de películas favoritas modernas, simplemente es
fenomenal, desde la historia que aparte de estar bien contada, tiene
reflexiones y mensajes bien abordadas, desde el sentimiento de sentirse solo y
querer recuperar tu vida pasada, hasta la emoción de pensar positivo ante la
vida y verle la perfección en las cosas más convencionales.
Aunque
la historia termina en un “cliché” muy esperado por la audiencia no deja que
caiga la película, al contrario es algo que era inevitable y necesario para
mantener la esencia de la película intacta y convertirla en algo muy especial,
una pareja disparejamente perfecta.
Otra
de las cosas que me encantan de la película son los diálogos, de verdad parecen
sacados de algún libro de frases de superación personal y aceptación, cada una
tiene un motivo de existencia dentro de la cinta y todas van implícitas en el
desarrollo del carácter de los personajes. “Siempre habrá una parte de mí qué
es sucia y torpe, pero me gusta, tanto como las otras partes”.
La
dupla de Bradley Cooper y Jennifer Lawrence es magia en la pantalla, de verdad
ya cuatro trabajos juntos lo respaldan y esté fue el primero de sus trabajos
juntos, y el mismo director David O. Rusell vio lo buenos que eran juntos y
decidió traerlos de vuelta en American
Hustle (2014) y Joy (2015), y en
otro proyecto aparte en Serena
(2014). Ambos nos han entregado diferentes personajes y aunque son los mismos
actores siempre logran destacar y hacer cada uno como único.
Entre
las actuaciones también hay que destacar la del veterano Robert de Niro, qué,
aunque pareciera que sus personajes cómicos son muy parecidos, realmente no lo
son, igual que Cooper y Lawrence logra dar vida a personajes entrañables, como
es el caso de esté un padre supersticioso que se preocupa más por su afición al
futbol americano que a su propio hijo, lo hemos visto también en Mi Abuelo Es Un Peligro (2016), donde,
aunque es más vulgar la comedia es lo suyo.
En
cuanto a lo estético, está visualmente bello, tiene paisajes suburbanos grises
y atenuados para remarcar más la demencia de las personalidades de los
protagonistas, es hasta el final donde los colores brillan con más intensidad,
siempre acompañados de movimientos de cámara suaves.
Tal
vez ya es un poco atrasado pero no está demás decir que recomiendo está
película para aquellas personas (como yo) que no nos dimos el tiempo necesario
para verla en su estreno, pasarán un rato agradable, la historia los conmoverá
gracias a las perfectas actuaciones de Cooper y Lawrence, ¡No pueden perdérsela!
“Véanla y juzguen por ustedes mismos”.
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