El
27 de febrero del presente del año 2015, tras acabar de ver un film, logré
apreciar una sensación que nunca había experimentado en un film antes, una
sensación que recorrió mi cuerpo mediante palpitaciones y vibraciones durante
todo el film pero que al final logro salir y producirme una especie de éxtasis.
El film productor de este efecto fue Whiplash.
multi-nominado
y galardonado film por las ceremonias más importantes del cine en el mundo,
como lo fueron: Los Academy Awards con tres estatuillas ganadas (Mejor actor de
reparto, mejor montaje y mejor sonido), en los Globos de Oro ganando el premio
a Mejor actor de reparto J.K Simmons, por mencionar algunos de estos premios.
Fue dirigido y escrito por Damien Chazelle, co-producido por David Lancaster,
Michel Litvak y Jason Blum. La fotografía fue correspondida a Sharone Meir, la
música a Justin Hurwitz y el montaje a Tom Cross.
Whiplash,
comprende los géneros cinematográficos de Drama y Música, en la cual nos
muestra la historia de Andrew Neima (Miles Teller) un joven prometedo baterista
de jazz que se encuentra tocando en el mejor conservatorio de música del país Shaffer, en Nueva York. En el cuál al ser
promovido a la orquesta principal, se tendrá que ver cara cara en una
competencia aguerrida, en la cual sus sueños de alcanzar la fama y la grandeza,
se verán puestos en un limbo manejado por su perfeccionista, obsesivo y abusivo
director de orquesta Terence Fletcher (J. K. Simmons), el cual presionara al
máximo a Neiman para explotar su potencial.
Whiplash,
es de esos pocos films que en verdad me han dejado cautivado y como lo puse al
principio, extasiado. Hubo muchos factores que me hicieran sentir esa emoción.
El
primer factor pudo haber sido la banda sonora y/o los efectos visuales, que en
sí no fueron efectos, ya que todos los sonidos y la música fueron reales y
grabados en vivo, y si parecía que lo estabas escuchando y sintiendo en ese
momento. Las notas musicales fluyen por tus oídos, juntándose en una singular
armonía de elementos que te harán palpitar todas tus emociones.
Otro
factor fue la trama, una trama increíble que me logro cautivar de principio a
fin. Mostrándonos una historia nada alejada de la realidad, enseñándonos lo que
es un verdadero apasionado de la música, lo que es luchar por un sueño y los
grandes sacrificios empapados de sangre y sudor, que una persona puede llegar a
tener para alcanzar ese sueño de convertirse en lo que más desea en la vida.
Miles Teller, nos muestra a este soñador con una actuación digna de alabar y de
dar un reconocimiento, porque logro que con su actuación al estar portando el
personaje, de persuadir para que viviera ese sueño con él, ese largo camino al
éxito, con él; sudas, sonríes, sufres y formas un vínculo. Al finalizar la
historia en la parte del último recital mueres con él (sin utilizar la palabra
Morir literalmente) y resurges en instantes, para estar en esa última etapa de
su viaje.
Por
el otro lado, está el antagonista de la historia, Terence Fletcher portado por
el ya multi-galardonado como Mejor actor en varias premiaciones J.K Simmons.
Haciendo el papel de villano de manera espectacular, es de esos pocos
antagonistas que realmente te hacen sufrir y sentir ese sufrimiento junto con
el protagonista, sientes el dolor, cada insulto y humillación de manera muy
personal. J.K. Simmons logra convencer a la audiencia y ganarse el odio de la
misma, se merece una ovación de pie.
En
cuanto a los aspectos visuales, la fotografía de Sharone Meir que se logró
complementar con el del director Damien Chazelle me pareció increíble y alucinante,
haciendo primeros planos/close-ups maravillosos, podías sentir las gotas de
sudor que recorrían el cuerpo del protagonista y los instrumento, la tensión
que se sentía con solo ver los ojos de los personajes y mi escena favorita, en
la que Miles Teller, mete su puño lleno de sangre en el agua, es simplemente
fenomenal. Un gran trabajo en el manejo de la fotografía y de la dirección de
cámaras.
Actualmente,
el multigalardonado film y ultra reconocido por sus buenas críticas puede
encontrarse en algunas de las salas de cine en San Luis Potosí (La única cine
que proyecta el film es Cinepolis de Plaza San Luis) y en otras partes de la
república.
Whiplash,
es el film que te hará sensibilizar tus oídos para que puedas sentir algo
totalmente nuevo sino estás familiarizado con la música, te hará estallar con
los magníficos diálogos y actuaciones, la armonía, musicalidad y ritmo de los
elementos musicales causando una euforia
inigualable resumidos en un film extraordinario. Véanlo y juzguen por ustedes
mismos.
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