Título: Hasta El Último Hombre (Hacksaw
Ridge).
País: Estados Unidos.
Estreno: 7 de diciembre del 2016.
Productora:
Cross Creek Pictures, Pandemonium Films, Permut Productions.
Distribuidora:
Summit Entertainment, Icon Film Distribution.
Director: Mel Gibson.
Fotografía: Simon
Duggan.
Guion:
Andrew Knight, Robert Schenkkan.
Género:
Bélico, Drama.
Reparto:
Andrew Garfield, Sam Worthington, Luke Bracey, Hugo Weaving, Teresa Palmer, Vince
Vaughn, Rachel Griffiths.
Nunca
he sido fanático de las películas del género bélico porqué siempre es el mismo
enfoque una y otra vez, sin embargo, me he topado con una película que
transgrede en esté género y es está biografía de uno de los héroes de la guerra
qué sin usar ni una bala se convirtió en historia en Estados Unidos.
Hasta el Último Hombre es una película basada
en la historia real del sargento del Ejército de EE. UU. Desmond Doss (Andrew
Garfield), un cristian adventista del séptimo día que se negó a portar armas en
el frente de batalla, sin embargo, fue condecorado con la Medalla de Honor, al
haber salvado a más de 75 hombres bajo el constante fuego enemigo durante la
Batalla de Okinawa en la Segunda Guerra Mundial.
No
sólo es el contraste de como un hombre encamina su lado religioso dentro de un
campo de batalla, se rehúsa a tomar un arma no por miedo, sino por creencia. Se
rehúsa a la violencia y a cualquier manifestación que desemboque de ella, un
papel un poco parecido al que interpreto en la película Silence (2016), a diferencia de que aquí el no planea divulgar su
palabra, sólo sostenerla contra el mundo bélico.
También
toca temas como la familia fracturada, quebrantada por la misma guerra y un
padre alcohólico violento y típico estereotipo del hombre del sur en los años
40’s (en la actualidad aún se quedan vestigios de ello), corrompido por la
guerra y el alcohol hace daño a su familia, su hijo Desmond Doss crece viendo
eso y es por eso que su perfil psicológico se forja de esa manera. Un
background que plasma la realidad de un personaje de la vida real bien
estructurado.
El
mensaje de la película es claro o tal vez podría ser una interpretación muy
propia sobre cómo se puede ayudar a los demás y apoyar una causa sin el uso
directo de la violencia. Una bala no solucionará al mundo y esto es lo que nos
trata de decir, no todo problema se arregla con un enfrentamiento, se trata más
de ser fieles a lo que cada persona cree y tener voluntad por hacer las cosas.
Dentro
de los efectos visuales para mí fueron espectaculares, la película está
cubierta de una luz verduzca negra durante la mayoría de las escenas de guerra
y en las normales de un blanco resplandeciente. Está realizada de forma de
escenas de Slow Motion de la guerra, donde vemos los disparos y la acción en
cámara lenta, un toque magistral para la película, También el montaje es impresionante,
nos logra realmente transportar al campo de batalla junto con los personajes,
todo acompañado por un soundtrack ambiental lleno de explosiones, gritos de
sufrimiento en su máximo dolor y disparos. Junto con el maquillaje tan sombrío
y crudo de heridas, entrañas y partes del cuerpo que nos muestra las
consecuencias de la guerra.
Hasta el Último Hombre es una película bélica que no sólo nos muestra la
guerra en primera persona de una forma realista con toques estéticos, con un
emotivo mensaje que nos demuestran que el no tomar acción directa en ella puede
ser igual de benéfico. Se las recomiendo, ya pueden encontrarla en Netflix.
“Veanla y juzguen por ustedes mismos”.
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