Título: King Cobra.
País: Estados Unidos.
Estreno: 2016.
Productora:
Rabbit Mandini Productions, Yale Productions, SSS Entertainment.
Distribuidora: IFC
Midnight.
Director: Justin Kelly.
Fotografía: Benjamin
Loeb.
Guion: Justin Kelly, D. Madison Savage.
Basada En: Cobra Killer, Andre E. Stoner y Peter A.
Conway.
Género: Drama,
Biografía, Crimen.
Reparto:
Garrett Clayton, Christian Slater, Alicia Silverstone, Molly Ringwald, Keegan
Allen, James Franco.
Ver
películas de clasificación “C” es raro de observar dentro de las carteleras de
cine más reconocidas, y mucho menos sin son de temática LGBT. Así que llegue
una biografía sobre uno de los actores porno homosexual más famosos, es algo
prácticamente imposible.
King Cobra se
centra en los ocurridos en el 2007, el asesinato de Bryan Kocis (Christian
Slater), productor y fundador de la compañía de pornografía homosexual llamada “Cobra
Videos”, responsable de haber creado uno de los actores porno más famosos,
Brent Corrigan (Garrett Clayton). Asesinado por dos aspirantes productores y
directores Joe Kerekes (James Franco) y Harlow (Keegan Allen).
Lo
que prometía ser una historia conmovedora, atrapante y llegadora, no logra
tocar nuestros corazones. La trama biográfica nos va contando la historia de
Brent Corrigan, que empieza en un momento donde ya nos narra todo lo que pasará
y no explica el background del personaje en lo absoluto, incluso el personaje
de Harlow se conoce más que el del principal. Un gran bache dentro de ella.
Sin
embargo, los crímenes reales que presenta logran contrastarse con lo bien
realizadas y salvajes que están las escenas de sexo, aunque es explicito sirven
para la narración e incluso ese ritmo intenso logra excitar e incluso no se
interponen en el humor negro presentado y los personajes fascinantes.
A
pesar de la historia no trascender como la mejor película de la temática LGBT,
refleja de una manera oscuramente divertida y a la vez sensible, lo sucia que
es la industria pornográfica marcando cada una de las pautas los personajes y
su profunda caracterización.
Las
actuaciones son bastantes sólidas, cada personaje se construye y se destruye
con el paso de la película. No sólo James Franco nos muestra una de sus facetas
más adictivas y obsesivas, acompañado por Keegan Allen como un promiscuo y
lastimado joven adicto al poder, sino también los miedos de la madurez de
Christian Slater que nos envuelve, encontrada con la inocencia y picardía del
protagonista Garret Clayton termina de enamorarnos.
En
cuanto a la fotografía dentro de la fotografía, porque nos muestra lo crudas
que son las realizaciones de películas porno. Los colores son tenues, con
planos close-up que destacan las expresiones de los actores, el desarrollo de
las escenografías bien contextualizadas. Las escenas sexuales cubiertas de
colores neon fueron mis favoritas, ya que destacan entre todas porque los
colores y la intensidad de las escenas se mezclan en un deleite de fotogramas.
King Cobra, es
una película biográfica que, aunque no logra enamorar en un cien por ciento,
nos detalla el fin de la industria pornográfica cuando estaba en su máximo
apogeo. Se las recomiendo, pero no si son bastante susceptibles en cuanto al
sexo. “Véanla y juzguen por ustedes mismos”.
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